Beyourcar
Digitalizando el garaje
- Producto Digital
- Movilidad
- IoT
-
Servicio
- Diseño de producto
-
Sector
- Movilidad
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Año
- 2014
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Capacidades
- Diseño visual
- Prototipado rápido
- Diseño de interacción
- Test con usuarios
El internet de las cosas y la automoción
Diluyendo las barreras entre automóviles y conductores
El año 2014 trajo a Secuoyas la oportunidad de trabajar en un proyecto de startup sobre el “internet of things” vinculado a la automoción. Tres empresas -Secuoyas, Osoco y VirtualSW- unimos fuerzas para dar vida al concepto ideado por David Mateo-Sagasta del Arco. Un concepto que apostaba por eliminar las barreras entre automóviles y conductores.
En un automóvil moderno, una centralita electrónica monitoriza en milisegundos la actividad de todos sus componentes, lo que permite adivinar el problema mecánico concreto al que el operario ha de hacer frente con una simple consulta informática. Este intercambio se realiza a través de un puerto de conexión llamado OBD2, presente en el salpicadero de cualquier vehículo moderno.
Beyourcar nació para conseguir que esta experiencia dejase de ser exclusiva de los talleres de vehículos y para que cualquier usuario pudiese consultar la salud de su automóvil desde su propio móvil.

El “time-to-market” se convirtió en un driver del proyecto, poniéndonos el reto de tener una versión viable en 4 meses.
Carrera contrarreloj
El "quick and dirty" como fórmula de trabajo
Después de las reuniones iniciales las tres empresas participantes nos pusimos manos a la obra. David se encargó del concepto y de la monetización, Osoco de la programación front, VirtualSW de la programación back y Secuoyas de la definición de la experiencia de uso y el acabado visual de todo el trabajo que fuese necesario realizar para llevar esta startup a la vida. Por esta razón el “time-to-market” se convirtió en un driver del proyecto, poniéndonos el reto de tener una versión viable en 4 meses.

Para ser ágiles y llegar a tiempo, enfocamos los primeros pasos con herramientas de guerrilla: múltiples iteraciones de producto basadas en pequeñas fases de diseño y test, lo que nos permitió obtener feedback de valor rápidamente y al menor coste posible. Así, ya en el primer sprint quedaron definidas tanto las Personas como sus principales puntos de contacto con el servicio, que fueron las premisas del resto del trabajo.
Creamos la identidad visual, bajo el slogan de “todo tu coche en tu smartphone”, formada por un logotipo, colores y una selección de tipografías acorde con los valores que queríamos transmitir e ideamos el flujo de interacción para las funcionalidades clave de conexión con el vehículo, notificaciones, diagnóstico y mantenimiento.


“El objetivo era construir una experiencia coherente, precisa en sus significantes, y lo suficientemente democrática como para no restringirse a los fanáticos del motor.”
Igor Ustarroz
Product Designer
Todo tu coche en tu smartphone
El status de tu automóvil a un sólo click
El proceso de definición y diseño visual abarcó tanto las principales interacciones con la aplicación de beyourcar, las relacionadas con el diagnóstico del vehículo en tiempo real y gestión de reparaciones, como otras funcionalidades añadidas de gran valor para los usuarios en momentos críticos como poder localizar talleres y gasolineras o consultar el historial de mantenimiento. Esta aplicación se trabajó tanto para web como android e iOS y, en todos los casos, era el mismo desarrollo html5 el que proveería de contenido todas las interfaces.
Paralelamente definimos una web pública y dos perfiles de redes sociales. Esta estructura daba soporte a una comunidad de usuarios registrados en la que atender sus necesidades.
Finalmente, aun cuando los tiempos de diseño y desarrollo fueron ajustados para todos los equipos, conseguimos que la aplicación respondiese adecuadamente y era realmente satisfactorio ver como los valores típicos de la consola de un turismo como el nivel de batería, el kilometraje o la aceleración eran representados en tiempo real sobre el interfaz móvil. Más útil resultó la herramienta de diagnóstico que detectaba y catalogaba en leve, mediana y grave cada avería que la centralita nos mandaba. En suma, cuatro meses después, habíamos conseguido tangibilizar esa conexión hombre-coche, disfrutando del proceso y creando algo nuevo para todos.


